¿Qué es la humedad?
Según el diccionario de la RAE la humedad es el agua que está impregnando un cuerpo, o que vaporizada se mezcla con el aire. El agua se encuentra presente en todos los seres vivos y su presencia es fundamental para el desarrollo de la vida.
Tipos de humedad
Existen varios tipos distintos de humedad, dependiendo del lugar dónde ésta se encuentre. Vamos a verlos
Humedad del suelo
Es la cantidad de agua por volumen de tierra que tiene un terreno. Para calcular esta humedad se pesa una muestra de tierra nada más extraerla del suelo y posteriormente se seca en un horno durante 24 horas, volviendo a realizar la pesada y comprobando la diferencia
Humedad en materiales
Otra forma en la que puede presentarse, es en los materiales. Esta circunstancia hay que tenerla muy en cuenta, fundamentalmente en los procesos constructivos, ya que varía mucho en función del tipo de material. Elementos como la madera, pueden cambiar ostensiblemente su volumen dependiendo de la humedad que contengan.
Humedad atmosférica o humedad del aire
Es la cantidad de vapor de agua presente en el aire. Esta cantidad depende de varios factores entre los cuales destaca la temperatura, encontrándose en cantidades mayores en las masas de aire más cálidas.
Para medir la cantidad de humedad se utiliza un aparato denominado higrómetro. Ese vapor de agua se puede expresar en valor absoluto: humedad absoluta, que es la masa total de agua existente en el aire por unidad de volumen; ó como un % entre la cantidad de vapor de agua real que contiene el aire y la que necesitaría para saturarse a la misma temperatura, humedad relativa.
Esta humedad relativa es un factor determinante a la hora de evaluar la comodidad térmica del cuerpo.
La fuente principal de humedad es la superficie de los océanos, de donde el agua se evapora constantemente pasando al aire en forma de vapor.
Control de la humedad en espacios cerrados
Ya hemos hablado, en varias ocasiones, de lo importante que es para la salud regular la humedad relativa en los espacios cerrados.
El grado de humedad más óptimo para el confort de las personas, se encuentra entre el 40% y el 60%. Un exceso puede ser perjudicial, favoreciendo la aparición de mohos y otros microorganismos que provocan alergias, asmas y dolencias pulmonares. Por el contrario, un nivel excesivamente bajo, provocará sequedad de la mucosa e irritaciones.
La humedad puede verse alterada por las actividades cotidianas de un hogar como ducharse, tender la ropa húmeda o el vapor de las ollas al cocinar. Para volver a recuperar el grado de humedad relativa adecuado, os proponemos varias técnicas.
Técnicas para controlar la humedad
Asegurarnos de que el espacio está bien ventilado. En los cuartos húmedos de las casas, como la cocina y el baño, o en estancias que utilicemos para tender, es importante que existan extractores. Éstos aparatos, ayudarán a retirar hasta un 50% de la humedad excesiva que se produzca. Se instalan fácilmente colocándolos en las zonas donde están las rejillas de ventilación. Además de eliminar la humedad, tienen otras ventajas como la retirada de malos olores y humos. Existen extractores en el mercado que producen muy poco ruido, algo que valoran muy positivamente los usuarios. Otra alternativa es instalar un sistema de ventilación completo en toda la vivienda, pero es una opción cara ya que requiere bastante obra para la instalación de conductos.
- Favorecer la ventilación cruzada. Es una técnica para regular la humedad ambiental y mejorar la calidad interior de la aire, creando corrientes de aire por todos los espacios. Para ello, es tan simple como abrir ventanas en lugares opuestos de la vivienda y dejar que de manera natural se cree un flujo de aire que circule por las estancias. Es una técnica que deberíamos aplicar todos los días, al menos durante 15 minutos. Los inconvenientes son la entrada de aíre frío en los meses de invierno y muy cálido en los de verano, además de polución ó insectos.
- Correcto dimensionamiento de los aparatos de aire acondicionado. Otro aspecto a tener en cuenta es el tamaño de los aparatos de aire acondicionado. Hay ocasiones en las que la potencia de los equipos instalados es excesiva y enfría el ambiente de una manera muy rápida, sin reducir los niveles de humedad, dando lugar a los problemas que ya comentamos anteriormente, asociados a la alta humedad relativa.
- Regular el uso de la calefacción. El aire caliente contiene más humedad que el frío y por lo tanto, al poner en marcha la calefacción, habrá que procurar no hacerlo a la máxima potencia de la caldera (graduar el agua para que se caliente sobre 60º) para que el ambiente se vaya caldeando gradualmente. Una buena práctica, es utilizar un termostato programable, evitando que en las noches frías la temperatura baje demasiado (no menos de 14 ó 15 ºC)
- Vigilar el uso de plantas. Las plantas necesitan humedad en el ambiente para poder realizar correctamente la transpiración y absorber los nutrientes del terreno. Además, evaporan agua rebajando su temperatura. Es aconsejable no tener muchas plantas en una misma habitación.
Colocar aparatos de regulación de la humedad. Humidificadores en el caso de humedad baja o deshumidificadores cuando es alta son dos dispositivos que te ayudarán a regular la humedad de las estancias puntuales que lo requieran. Los humidificadores serán muy útiles, sobre todo en los meses de invierno, donde el aire es frío y por consiguiente mucho más seco. Este aire frío, baja la humedad relativa del ambiente, secando las mucosas y provocando picores e irritaciones de garganta. Cuando el ambiente es húmedo, por encima del 60%-70%, el deshumidificador te ayudará a bajar esa humedad excesiva que conlleva la aparición de mohos. Muchos aparatos de aire acondicionado portátil disponen de deshumidificación y son muy útiles en los meses de verano para cumplir con los dos objetivos: refrescar y deshumedecer el ambiente.
- Evitar las condensaciones. La condensación es el paso contrario a la vaporización, se trata del cambio de estado de gaseoso a líquido, producido por el descenso de la temperatura del vapor de agua. En invierno, las paredes frías, el aluminio de las ventanas o los cristales son los lugares en las que se producen. En verano, las tuberías de agua o aire acondicionado frías también son lugares comunes en los que se deposita el agua de condensación. Para evitarlo, es conveniente revisar el aislamiento de las tuberías y sustituir los tramos deteriorados. También habrá que vigilar y sellar convenientemente la entrada de aire por las ventanas. Es muy recomendable colocar ventanas que dispongan de un sistema de rotura de puente térmico (zona donde se trasmite más fácilmente el calor que las zonas aledañas por tener diferentes conductividades) entre el aluminio y el cristal para evitar estas condensaciones.
Conclusiones y vuestras opiniones
¿Qué sistema utilizáis vosotros para regular la humedad?,¿Cuál es el que mejores resultados os da? Esperamos que compartáis con el resto de usuarios vuestras opiniones y así poder ayudar a que todos puedan mejorar la calidad del aire de sus hogares.
Mi nombre es Antonio y soy un experto en deshumidificadores con más de 25 años de experiencia en el sector. Desde joven siempre he sido muy curioso y me encanta aprender sobre todo lo que me rodea. Así que cuando comencé a trabajar como técnico instalador, descubrí el potencial de los deshumidificadores para mejorar la calidad del aire interior y reducir la humedad que puede causar daños en la estructura del edificio y afectar la salud de las personas.